Casas ‘okupas’ y niños sin colegio

Reportaje publicado en ODIEL Información de Huelva el martes 13 de abril de 2010
Autor: Ígor R. Iglesias / Foto: Muguruza
Casas ‘okupas’ y niños sin colegio

Ayer no era festivo, todos los niños onubenses estaban en el colegio. Sólo la enfermedad podría justificar que una docena de niños de varias edades de una misma familia no fueran a clase. Pero la realidad es que tales menores estaban en la calle, casi desnudos, descalzos y sin asistir al cole.

Sucede en la calle Rodrigo de Triana, detrás del Bar Invernadero (Cantero Cuadrado). Cerca, irónicamente, está el Rectorado de la Universidad de Huelva (UHU), institución que representa el conocimiento y la cúspide de la formación de una persona, y dos colegios (uno concertado y otro público): ‘Colón Hermanos Maristas’ y CEIP ‘Prácticas’.

Los vecinos de esta calle y de otras del entorno denuncian públicamente esta situación, pero no lo hacen con nombres y apellidos, porque “tenemos miedo a represalias” por parte de las familias de estos chiquillos que, al parecer, “no van al colegio”.

Además de que se les está privando de varios derechos en este sentido (formación, relaciones con otros niños, integración, entre otros), estos menores viven en unas condiciones higiénico–sanitarias no aptas para ningún ser humano, pero especialmente para estas edades.

Los niños juegan con restos de basuras y utensilios encontrados en los contenedores, según cuentan apenados algunos vecinos.

Tanto los niños como los adultos “nos piden comida”, indica una vecina que en esta información llamaremos Antonia, pero cuyo nombre verdadero ha pedido “por miedo” que no se publique.

Antonia (respetamos, pues, su voluntad de anonimato) dice que “me llaman por la ventana dando golpes”, puesto que vive en un bajo, “y me piden comida: cartones de leche, pan y otras cosas” y “yo aparto comida y se la doy en un tapperware”. Incluso, Antonia les da ropa y nos enseña un conjunto para un bebé que ella misma le ha comprado a una de las niñas que habita en las casas ocupadas que se encuentran justo enfrente de la suya.

Rafael, otro vecino (éste sí da su nombre), indica que estos ocupas “traen ganado a las casas”. Y con ganado se está refiriendo a “borregos y caballos”, aunque durante la elaboración de este reportaje no hemos visto rastro alguno de estos animales. “Los borregos los roban y se los comen”, asegura.

Asimismo, otro de los consultados comenta que “antes cogían el agua de las alcantarillas y las dejaban abiertas”, provocando “un problema de salud para ellos y de seguridad para el resto”.

Los edificios ocupados por completo son dos de la calle Rodrigo de Triana y tanto los niños como los adultos citados pertenecen a familias de etnia gitana de nacionalidad portuguesa y que se han asentado detrás del Invernadero, un lugar que no sólo es un bar, sino que además un centro de ocio infantil, algo a lo que están ajenos estos niños privados de higiene y escuela.

Un portavoz de la Cruz de Mayo ‘La Esperanza’, que se encuentra junto a las citadas casas, en la calle Hermano Soto, a la que se accede a través de Rodrigo de Triana, indica que estas personas incluso están provocando que cada vez sean menos los asiduos a tal Cruz de Mayo, ya que “piden por las mesas y esperan a que la gente se vaya”.

Junto a estas casas un descampado sin limpiar completa este desolador y vergonzoso paisaje.

Amenazas a los vecinos

 

Durante la elaboración de este reportaje, algunos vecinos fueron increpados y amenzados por algunos de los okupas. En concreto, tal y como pudo comprobar in situ esta redacción, una de las menores se dirigió a una vecina de este modo: “Después te las tienes que ver, comemierda”. Luego, esta vecina recibió más insultos.

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